En su esperado discurso anual ante las dos Cámaras del Parlamento, el presidente ruso, Vladimir Putin, acusó hoy a los países occidentales de utilizar el conflicto en Ucrania para "acabar" con Rusia. Además, los responsabilizó de convertirlo "en una fase de confrontación global" y anunció que suspenderá la participación de su país en el acuerdo de desarme nuclear firmado con Estados Unidos.
"Las élites occidentales no esconden sus objetivos de derrotar estratégicamente a Rusia que significa acabar con nosotros una vez y para siempre, planean transformar el conflicto local en una fase de confrontación global", dijo el mandatario en su mensaje a la Asamblea Federal.
Guerra en Ucrania: Beijing niega que esté considerando suministrar armas a RusiaEl mandatario también expuso que "la responsabilidad de atizar el conflicto ucraniano, de su escalada, del número de víctimas (...) recae por completo sobre las élites occidentales", y reiteró que Occidente apoya a las fuerzas "neonazis" en Ucrania para consolidar un "Estado antiruso".
En la defensa de su postura ante el conflicto ruso, Putin manifestó que su país hizo todo lo posible para solucionar el conflicto "por la vía pacífica" antes de lanzar la ofensiva el 24 de febrero del año pasado.
"Las élites occidentales no esconden sus objetivos de derrotar estratégicamente a Rusia que significa acabar con nosotros una vez y para siempre, planean transformar el conflicto local en una fase de confrontación global", exclamó el presidente ruso, en su mensaje en el centro de convenciones Gostini Dvor, en Moscú.
Rusia acusa a Kiev de planear un incidente nuclearTambién reclamó que Estados Unidos y la OTAN “desplegaron sus bases militares, laboratorios biológicos secretos cerca de las fronteras" de Rusia e insistió con que "vamos a resolver paso a paso, cuidadosa y sistemáticamente, los objetivos que tenemos ante nosotros".
Otro de los puntos que encendió las alertas en occidente es que Putin anunció que Rusia suspende su participación en el tratado de desarme nuclear New Start y amenazó con realizar nuevas pruebas nucleares si Estados Unidos las hacía primero.